¿Alguna vez has experimentado la sensación de que el tiempo se te ha pasado volando? ¿Has estado tan inmerso/a en una tarea o actividad que has perdido la noción del tiempo? ¿Te has concentrado tanto en lo que estabas haciendo que el resto de las cosas dejaban de ser prioritarias? Si tus respuestas son afirmativas, ¡Enhorabuena! Ya sabes lo que es sentir el Flow.
Uno de los psicólogos más influyentes en la psicología positiva, por sus investigaciones acerca de la felicidad, la creatividad, el bienestar subjetivo y la diversión, Mihály Csíkszentmihályi, desarrolló lo que llamó el Estado de Flujo. Con él afirma que las actividades que exigen nuestro esfuerzo y concentración son las que nos garantizan la felicidad. Habla de Flujo porque las personas que participaban en sus experimentos utilizaban la metáfora de una corriente que los llevaba hacia delante, que les impulsaba a seguir sin importar nada más.
Resulta interesante, por consiguiente, que nos detengamos a conocer en qué consiste este Fluir y sobre todo qué podemos hacer para sacarle el máximo provecho, en pro de nuestro bienestar emocional, ¿no crees?
¿QUÉ ES EL ESTADO DE FLOW O ESTADO DE FLUJO?
En las entrevistas que Csíkszentmihályi ha concedido a diferentes medios de comunicación y divulgación científica, describe el Estado de Flow como el hecho de…
“Sentirse completamente comprometido con la actividad por sí misma. El ego desaparece. El tiempo vuela. Toda acción, movimiento o pensamiento surgen inevitablemente de la acción, del movimiento y del pensamiento previos, es como si estuviéramos tocando jazz. Todo tu ser está allí, y estás aplicando tus facultades al máximo”.
Por tanto, el Flujo o Estado de Flow es un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto de la actividad en sí misma. Es decir, se trata de un estado emocional positivo donde mantenemos la máxima concentración en lo que estamos haciendo y el disfrute es tal que perdemos la noción del tiempo.
Podemos experimentar este estado emocional en cualquier actividad que nos produzca placer, disfrute y felicidad, pero para alcanzarlo debe darse un equilibrio entre el desafío de la tarea y la habilidad de quien la realiza. Si la tarea es demasiado fácil o difícil, el fluir no se dará.
Aprender a identificar qué tipo de actividades nos pueden proporcionar este Flow nos ayudará enormemente a desviar la atención hacia un estado emocional más satisfactorio.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS ENCONTRAMOS EN ESTE TIPO DE EXPERIENCIAS?
Desafío que requiere habilidades
Realmente el disfrute llega a su punto álgido cuando los desafíos están en justo equilibrio con las habilidades personales, encontrándose en el punto medio entre el aburrimiento y la inquietud.
Esto favorece al crecimiento y descubrimiento personal, ya que nos obliga a mantenernos activos, adaptarnos al cambio y por tanto sobrevivir. Nadie puede disfrutar mucho tiempo haciendo siempre lo mismo.
Este tipo de actividades deben tener unos objetivos que sean alcanzables, gracias al conjunto de habilidades y destrezas que la persona posee. Pueden ser actividades tanto físicas, por ejemplo, el deporte, como mentales, como por ejemplo leer un buen libro.
Se trata de una competición con uno mismo, ésta es agradable cuando se la percibe como un medio para perfeccionar las propias habilidades, pero no cuando se asume como un fin en sí misma donde lo importante sea vencer al adversario.
Concentración y enfoque
Cuando la atención está completamente absorta en una actividad, lo que la persona está haciendo llega a producirse casi de manera automática, espontánea, deja de ser consciente de sí misma como si otra persona actuase por ella. Las personas que lo experimentan lo describen como una experiencia donde la mente discurre libre y armónicamente.
En la medida en que la atención está completamente dirigida a la acción que se realiza, la persona alcanza un alto grado de concentración. Es por ello por lo que actividades como la meditación o el yoga, favorecen enormemente la aparición del Estado de Flow.
Metas claras
Independientemente del tiempo que dure la actividad placentera, la persona que la realiza es consciente en todo momento de las metas y propósitos finales que se ha propuesto. Éstas deben ser objetivas reales, específicas y alcanzables.
Directa e inmediata retroalimentación
Se debe tener la sensación de que se está haciendo algo bien, da igual el tipo de retroalimentación que se reciba, lo importante es poder tener la sensación de que la tarea o actividad se está haciendo bien, porque sentir que se ha tenido éxito en alcanzar la meta crea orden en la conciencia y fortalece la estructura de la personalidad.
No hay espacio para otras informaciones
En los momentos de flujo la atención excluye toda la información que ocupa la cabeza y que no resulta de utilidad para lo que está realizando en ese instante; las preocupaciones, miedos y otros aspectos de la vida cotidiana quedan excluidos. Es como si la persona hiciese un alto en el camino, desechase todo aquello que le desvía de lo que está haciendo, y su mente se volviese más resolutiva al no dar cabida a cualquier “ruido” que le pueda hacer perder la atención y conciencia plena sobre la tarea que está llevando a cabo.
Un sentimiento de control personal sobre la situación o actividad
Toda experiencia de flujo involucra la sensación de tener el control o la falta de preocupación por perderlo. Esto explicaría porqué nos enganchamos con facilidad a estos estados, acaban siendo adictivos por las sensaciones placenteras que proporcionan. Sería algo parecido a lo que sucede cuando nos enamoramos, que nos dejamos llevar, nos desconectamos del pensamiento y solo nos disponemos a sentir.
Pérdida del sentimiento de autoconciencia
Cuando experimentamos la sensación de flujo desaparece la conciencia sobre la propia personalidad. Csíkszentmihályi explica como muchas personas describen estos episodios diciendo que es como si no tuviesen ego. Como las demandas del “yo” consumen continuamente una elevada cantidad de energía, el liberarse de ellas deja el camino libre para que la atención se dedique a otros fines. Esto suele venir asociado a la sensación de estar fusionados con el entorno.
Distorsión del sentido del tiempo
Se tiene la sensación de que el tiempo pasa rápido, te pierdes en la temporalidad dado el alto grado de concentración, satisfacción y disfrute que estás experimentando en ese momento.
Por tanto,
¿QUÉ CONSEJOS SEGUIR PARA TRATAR DE LLEGAR AL ESTADO DE FLOW?
- Haz algo que te resulte interesante.
- Disfruta lo que haces.
- Aumenta la productividad y la creatividad en lo que estás haciendo.
- Márcate objetivos claros y alcanzables. Hazlo de manera específica para que la mente entienda la acción que debe llevar a cabo.
- Busca tareas que estén en sintonía con tus capacidades y habilidades.
- Elige actividades que supongan un desafío asumible, que no te resulten ni demasiado fáciles ni tampoco que te lleven un sobreesfuerzo que acabe por estresarte.
- Busca un momento de paz y tranquilidad, evitar las distracciones ayudará a que la atención y concentración en lo que estás haciendo se mantenga.
- Céntrate en el proceso, no en el resultado.
Al final no es tan difícil, ¿no? Se trata de dejarse llevar, disfrutar el camino y poner a trabajar nuestras capacidades hasta donde podamos. ¿Dispuesto/a a encontrar esas actividades y tareas que te lleven al Estado de Flow? Seguro que encuentras más de las que crees, no dejes de intentarlo.
¿Te gustaría compartir tus pensamientos? Te leo en comentarios. Será un placer entablar una conversación contigo.
2 comentarios en “Experimenta el bienestar a través del Estado de Flow”
Para mi ocurre cuando pinto. Pero no puedo hacerlo con frecuencia. De repente veo que son las cinco de la tarde y aún no he comido. No puedo encajar en el mundo así
muy interesante te felicito.